PADIAL

"Con frecuencia los autores de los prefacios de las obras de diversos artistas, hacen entusiastas elogios y ponen todo el énfasis en enaltecer unas obras sin que justifiquen las razones probantes.

Ahora, se dice, que el Arte es un misterio que escapa al análisis porque no conoce reglas..., de donde viene que nadie explique a nadie.

Yo voy a intentar de todas formas, presentar la obra de PAD/AL por deducciones simples, que conducirán a felices conclusiones. ¿Pero qué es un cuadro?. Útil e importante cuestión. Porque en nuestra época se ha perdido al hablar de Arte la verdadera acepción de la palabra y su verdadero sentido y significado.

Un cuadro es un objeto de arte, como todos los otros, pero, que aporta a través de los ojos que observan, un espíritu que cautiva y, en fin y sobre todo, alegra el corazón que lo retiene para complacencia del alma.

"Aprecio -decía Zola- un cuadro en la medida de las emociones que me produce y procura ". Por consiguiente, sí el Arte es experimentar sinceramente las ideas del artista, sus emociones, sus sensaciones, los cuadros de PADIAL satisfacen estos imperativos esenciales con una sinceridad total al servicio de una doble personalidad: la idea y la forma.

Por consiguiente el examen crítico -clínico, por decir- observa que PADIAL no utiliza ninguno de los medios habituales y fáciles que los falsos pintores utilizan para engañarnos: la anécdota, los efectos curiosos, los efectos de emoción súbita y elementos distorsionados de otros pintores. En los cuadros llenos de patetismo de PADIAL, el observador debe, si es que quiere cobijarlos en su alma, retenerlos con atención si es que se siente digno y capaz de cobijarlos en su corazón.

No hay tela alguna que no haya vibrado al efectuarla en los más sinceros y profundos sentimientos del pintor; por ello emocionan y conmueven y, también, por ello, son obras de arte verdaderas. Me temo que PA DIAL es un pintor tan puro que desconoce o desprecia todo lo que no tenga cobijo en su corazón. ¡Mucho se retrata el pintor en esta exposición!. Yeso es un riesgo que él asume con la gallardía de los grandes artistas que en mundo han sido. La excelente muestra viene a definirnos a un pintor total, incapaz de engañar e incapaz de callar como manera de exteriorizar las razones que le preocupan y atormentan.

Yo entiendo a PADIAL en la preclara estela de los grandes pintores europeos, los que supieron dar las luces de sus almas puras a pesar de las contradicciones indiscutibles que la propia vida infiere a los hombres.

El espectador, es posible, que se sienta maltratado en algunas de las telas que se exhiben. ¡Que no le importe y las siga contemplando con amor, pues en ellos se encuentra una lectura emotiva universal e íntima, un lamento -que PADIAL exhibe dulcemente- y un canto sinfónico de redención humanitaria.

Estas miradas de los retratados soliviantan porque arrancan de una raíz de sentimientos verdaderos. Conque pintara sólo las faces, la totalidad de la obra sería efectiva, pero el artista -que es un verdadero continuador del Arte del Barroco Español- continúa pintando aditamentos, objetos, ropajes y todo cuanto le surge en la espontaneidad creadora para incidir y subrayar el mensaje de cada una de sus obras. No andamos sobrados de semejantes sinceridades y, es preciso puntualizar esto que afirmo, en beneficio del Arte Verdadero como hecho ejemplarizador ante tanta pintura falsa como se nos viene presentando con el sello de verdadera. ""